Nuestros pies soportan el peso de todo nuestro cuerpo a diario. También nuestro día y nuestras rutinas.
Además, solemos vestir zapatos que son más bonitos que prácticos y, después, no damos a nuestros pies el descanso ni los cuidados que se merecen.
Este genera pequeños problemas o imperfecciones en los pies, como callos o durezas, que son una molestia, pero que también te impiden realizar actividades que antes hacías con normalidad. Si sufres de pequeñas molestias, necesitas una quiropodia.
¿Qué es una quiropodia y cuándo necesito realizarla?
Una quiropodia es el tratamiento que se utiliza para eliminar durezas, callosidades y pequeñas dolencias o alteraciones en la piel o las uñas de los pies.
En este proceso lo primero que realizaremos será una revisión y diagnóstico de tus pies para conocer las dolencias que sufres y sus posibles causas.
Además, podremos comprobar si no existen otros problemas como hongos en las uñas o papilomas.
Una quiropodia impide que una pequeña dolencia se convierta en algo más grave ya que el tratamiento de la mayoría de problemas será inmediato.
Si tienes una uña encarnada será mucho más fácil que podamos tratarla cuando empiezas a notar las primeras molestias. De otra forma, cuando siga creciendo, se clavará más en tu carne y podría llegar a infectarse, lo que necesitaría de una intervención mayor.
La quiropodia es una intervención rápida y sin apenas dolor. Además, gran parte de las pequeñas alteraciones, como los callos, se pueden tratar en una sola sesión.
Nuestros tratamientos de quiropodia
Estos son algunos de los tratamientos más comunes que solemos realizar en los tratamientos de quiropodia.
- Callos o helomas
- Uñas encarnadas
- Hongos en las uñas
- Corte y fresado de uñas terapéutico
- Deslaminación de hiperqueratosis
- Fresado de talones
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Contacta por emailSeguramente estás dejando cosas por hacer para evitar el dolor en tus pies. Tus paseos ya no son tan largos como antes, o ni siquiera sales a pasear porque sientes que no puedes dar ni un paso más.
Ya no utilizas sandalias cuando llega el buen tiempo por la vergüenza que te genera enseñar una uña con hongos que has tratado desesperadamente de eliminar una y otra vez con fungicidas que has ido comprando. Pero siempre vuelven.
Ocultas tus pies o los entierras en la arena si vas a la playa para no mostrarlos y ya no te sientes tan agusto como te gustaría.
Pero la vida no espera y hay cosas que no puedes aplazar. No puedes evitar volver cargado del supermercado y que cada paso sea una tortura.
Tus obligaciones y tus actividades de ocio no deberían verse aplazadas cuando existe una solución bastante fácil y muy cerca de tu casa.
Debes tener en cuenta que lo que hoy es un pequeño problema puede convertirse en algo más grave. Una uña encarnada que poco a poco vas cortando, o un ojo de gallo en la planta del pie, están modificando tu forma de caminar. Y esto puede tener unas consecuencias mayores como lesiones en tus rodillas o tu cadera.
Si tienes claro que las dolencias en tu pie no se van a curar solas, necesitas una quiropodia.
Preguntas frecuentes
¿Duele una quiropodia?
Una sesión de quiropodia no duele. Sin embargo, debes tener en cuenta que se está tratando una parte de tu cuerpo con una molestia. Manipular estos problemas, limar las durezas o los callos, el fresado de las uñas, puede ser molesto en alguna ocasión, pero no pasará de ser un dolor leve.
¿Qué duración tiene una consulta de quiropodia?
Una sesión de quiropodia tiene un tiempo variable ya que cada dolencia y cada paciente son distintos. Una quiropodia no tiene un tiempo fijo como podrían tener otros servicios. Sin embargo, suelen ser sesiones cortas, de unos 20 minutos.
¿Cuál es la diferencia entre Pedicura y Quiropodia?
La pedicura y la quiropodia las hacen personas distintas. La pedicura está a cargo de una persona que se dedica al tratamiento estético del pie, mientras que la quiropodia la realiza un profesional de la salud, un podólogo, y su tratamiento está